Luego de haber usado una computadora por mucho tiempo, es común que se hayan borrado algunos archivos, dejando espacios vacíos en el disco rígido. No sólo los usuarios eliminan archivos, también lo hacen los programas, que constantemente crean y borran archivos temporales como parte de su funcionamiento.

Cuando tenemos que agregar nuevos programas en un disco rígido en esta situación, sus archivos deben subdividirse y distribuirse en los pequeños espacios que quedaron vacíos: los únicos que aún quedan disponibles.

Si los archivos no estuvieran desparramados, y se agruparan juntos según el programa al que pertenecen, la lectura del disco sería más rápida ya que todos los recursos que necesita un Software se encontrarían juntos en un sólo lugar. Para lograr este estado existe la defragmentación.

La defragmentación, entonces, es un proceso que reduce la fragmentación en un sistema de archivos. Hace esto reorganizando físicamente los contenidos del disco de tal forma que los pedazos de un mismo archivo queden cerca y en forma contigua. También quedan cerca los archivos de un mismo programa. De esta forma deja libres grandes espacios vacíos contiguos, listos para recibir archivos nuevos sin necesidad de desparramarlos, quedando todo preparado para una mejor organización futura.

Una buena práctica es defragmentar el disco cada 3 meses. Cuanto más fragmentado esté el disco, más tiempo requerirá. Efectuarla no es absolutamente necesario, pero rinde frutos interesantes.